sábado, 3 de agosto de 2013

Álvaro Liuzzi: "Lo bueno de Internet es que hay lugar tanto para la brevedad como para el análisis"

No se considera un nativo digital pero parece que lo fuera. A los 32 años, Alvaro Liuzzi es todo esto: periodista, consultor, docente, investigador en medios digitales, productor creativo de proyectos transmedia y experto en nuevas narrativas aplicadas a los medios. Su base de operaciones es la Universisdad de La Plata, donde estudió. Pero además de dar clases en las facultades de Periodismo e Informática, dicta seminarios y administra el blog Segundo Plano.
 
 
Entre sus numerosos emprendimientos se destaca Proyecto Walsh, un homenaje virtual al autor de Operación masacre. Con una pregunta como punto de partida ("¿Qué hubiese hecho Walsh de contar con herramientas digitales?"), Liuzzi recreó, a través de una apócrifa cuenta de twitter y demás plataformas, la investigación de Walsh que dió origen al libro.
 
La entrevista con Liuzzi, acorde a los tiempos digitales a los que pertenece, fue vía Skype. Consultado sobre el nuevo escenario de los medios, el periodista no fue drástico con el futuro de los diarios en papel ("No creo que desaparezcan") y defendió el uso de las redes sociales en la profesión, siempre que estèn bien usadas ("Hay que utilizar la vieja fórmula del chequeo antes de publicar").

 
 -Seguramente, cuando estudiabas periodismo habrás comenzado utilizando las herramientas tradicionales. ¿Cómo empezaste a interesarte por el costado
 
 -Quizás en algunas materias te pedían trabajos más tradicionales o clásicos, pero yo trataba de darles una vuelta de tuerca porque me resultaba más divertido de hacerlos. Otras veces los contenidos de esos trabajos venían por el lado digital. Si había que hacer un análisis de una obra o un trabajo audiovisual, siempre trataba de meterle la pata digital, tanto en cuanto al contenido como en el soporte. Si había que entregar un trabajo impreso, quizás lo grababa en un CD Room o hacía una página web, y de esa manera comenzaba a trabajar con las herramientas digitales de ese momento.

 -De los medios tradicionales (gráfica, radio y televisión), ¿cuál te interesaba más?

 -Siempre me gustó mucho lo audiovisual. Acá en La Plata la pata más fuerte es la gráfica, pero yo    me decidí por hacer un taller audiovisual a los tres años de la carrera. En esa época, había muchos trabajos que tenían que ver con la web. Si bien todavía no era muy incipiente el uso del video, investigábamos en algunos sitios donde se podían bajar (You Tube todavía no existía). Se buscaba información audiovisual donde se podía para hacer algún tipo de informe.

 
-¿La primera plataforma que utilizaste para difundir esas herramientas fue el blog que tenés en la actualidad o hubo un paso previo?

 -No, ese blog lo creé más al final de la carrera. Al principio me acuerdo de Geocities, que era un sitio de Yahoo que usé para hacer un trabajo del libro 1984 de George Orwell. Mi tesis la hice también en un soporte digital y creé un sitio propio que era como un observatorio sobre los usos y prácticas de Internet de los ciudadanos de La Plata. Lo publiqué, y ya era un sitio que estaba funcionando, no era un prototipo. Publiqué entrevistas, informes, y después se presentó como tesis. Y después, ya sí el blog, en 2006 o 2007.

 
-Cuando surgieron los blogs había una fantasía de que el periodista iba a publicar ahí le dejaban en el diario, ¿te parece que fue o es así?

 -Hay y hubo casos, pero son los más puntuales. Lo que sí han servido para generar algún tipo de contenido que queda afuera, que puede ser la contextualización de la información, detalles, agregados o algún tipo de contenido más amplio que no pueden publicar en sus medios. No hablamos de censura porque ya sería un tema mas serio. También sirvieron para los periodistas que están por fuera del circuito de medios, que abrieron una puerta interesante para generar contenido, captar audiencias y publicar en un medio propio. Se puede publicar una información que quizás no le interese a los grandes medios, pero sí a una buena parte de la audiencia y que quizàs no encuentre ese contenido en otros lugares.
 
-Ante la inmediatez de otras redes sociales como Facebook y Twitter, ¿el pùblico lector tiene menos tolerancia a asimilar contenidos mas extensos como los que puede haber en un blog?

-Se creyó durante mucho tiempo que era así como decís, más con el auge de la inmediatez o la brevedad de la dinámica de redes sociales como Twitter, pero no hay que ser tan totalitario. También hay casos de muy buenos sitios o revistas digitales en las que la brevedad no existe, con textos muy largos, y la gente los consume mucho. Es parte del anàlisis que vos podés hacer de la audiencia y también en qué tipo de proceso productivo vos sos periodista. Es también para qué se usa cada herramienta, que puede estar pensado para un periodismo mas de consulta o un periodismo mas de análisis. Creo que lo bueno de Internet es que hay lugar para ambas cosas.
 
-Con el surgimiento de Twitter, ¿notaste que en el periodismo hay una pereza para chequear las fuentes y publicar una información tal cual aparece en una red
 
-En los grandes medios pasa que le echan la culpa al surgimiento de la herramienta, pero pocas veces la herramienta tiene la culpa. Si el periodista no tiene la intención de chequear, va pasar en Twitter, en Facebook, en la tele o en el periódico en papel. Eso que nos enseñan en la facultad de que hay que chequear tres fuentes sirve para todo. Lo que sí, siempre hay que tratar de que en la plataforma digital, con esto de la instataneidad, hay que pararse un poquito y tratar de aplicar la vieja fórmula, que sigue teniendo vigencia. Muchos de los errores que hemos cometido los periodistas tienen que ver con eso, por no levantar un poco la pata del acelerador. Deberìamos preguntarnos por qué corremos tanto. Ya sé que es por la primicia y porque el colega lo va a publicar antes que yo, pero tenemos que ver donde está el valor: si es llegar antes, si es llegar mejor o si es un mix de ambas cosas. También eso tiene que ver con la gente que nos lee y con el tipo de periodismo que queremos hacer.
 
-¿Cómo ves el futuro de los medios tradicionales, puntualmente en el caso de los diarios en papel? ¿Creés que van a terminar desapareciendo o es muy apocalíptico pensar eso?
 
-Es cierto que en muchos casos disminuyó la venta de los diarios en papel, pero a la vez hay sectores en Estados Unidos, en Asia o África, donde ha crecido. Yo trato de no creerle mucho a los apocalípticos, en ningún ámbito. Por lo general, tiene que ver mucho con los sectores y las audiencias. Yo no creo realmente que el papel vaya a desaparecer. Creo que va pasar como ya estamos viendo en algunos contenidos de la TV o de la radio que, de manera mucho más paulatina, se están transformando y convergiendo a muchos procesos que tienden a la tecnología y al ámbito digital. En ese sentido, creo que el papel va a transformarse en ese camino y no creo que veamos desaparecer abruptamente periódicos. No me refiero que cierren, porque eso tiene que ver más que nada con decisiones empresariales. En lo que respecta al trabajo periodístico, creo que se va a ir reconfigurando, y quizás tengamos diarios que solo salgan los fines de semana y que durante la semana tengan versiones digitales, como un mix. Pero no digamos tajantemente que van a desaparecer en lo inmediato.

-Está muy claro que Rodolfo Walsh fue uno de tus maestros en periodismo. ¿Cómo se te ocurrió hacer un trabajo digital sobre su libro Operación masacre?
 
-La idea era hacer un homenaje a su obra y me pareció una bueno partir de una pregunta: ¿qué hubiera hecho Walsh si dispondría de las herramientas digitales actuales? Y nos hicimos más preguntas. Si hubiese tenido Twitter, ¿cómo hubiese investigado los fusilamientos? O, si hubiese tenido Facebook, ¿cómo se habría contactado con sus entrevistados? Decidimos hacer una reconstrucción en las diferentes plataformas digitales, y también la idea fue acercar su obra a generaciones más jóvenes que quizás no lo leyeron en el colegio y que lo puedan conocer en la facultad.
 
-Es inevitable preguntarte si Walsh, en el momento que redactó su Carta Abierta, hubiese contado con las redes sociales para difundirla, ¿hubiera sobrevivido?
 
-Me hicieron muchas veces esa pregunta, pero la verdad es que no lo podemos saber. Lo que sí podemos saber es que hubiese podido llegar mucho más rápido a donde él quería llegar. Podría haber llevado su voz más allá del cerco informativo de la dictadura.

 
Aquí, el video de la entrevista con Álvaro Liuzzi: 
 

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